En la plaza de Oriente se encuentra una curiosa escultura de Felipe IV. Muchos la fotografían, pero pocos saben de las curiosidades que esconde su historia. La impactante postura del caballo se une a un entramado de interesantes colaboraciones.
Las exigencias de un Rey y los ingenios de los artistas y científicos
El Conde Duque de Olivares le pidió a la Duquesa de Toscana que le regalara a Felipe IV una escultura ecuestre. Era deseo del Rey tener una escultura como la de su Padre (la que hoy está en la Plaza Mayor) y por ello la Duquesa encargó la obra al mismo escultor italiano, Pietro Tacca. Éste a su vez pidió consejo a Velazquez, y fue precisamente Velazquez el que «complicó» aún más las cosas, al sugerir una escultura similar a su cuadro…
En la citada pintura de Velazquez el caballo está apoyado solamente en sus patas traseras, haciendo una corveta, mientras el Rey se mantiene erguido, con gesto firme. Esta posición supone un reto a la hora de elaborar la escultura en bronce, puesto que el peso frontal de la pieza haría que la escultura se partiera. Pietro Tacca consultó a varios expertos hasta que, finalmente, decidió pedir ayuda al mismísimo Galileo Galilei.
Carta de Galileo Galilei a Pietro Tecca:
[…] Necesitaréis más de ocho toneladas de bronce para vuestra obra, ya que la parte trasera ha de ser maciza. La inclinación, ángulos y cálculos para el vaciado os los haré llegar a la mayor brevedad posible. No dudéis que pondré tanto empeño en esta adivinanza como en el más grande de mis proyectos.
Galileo Galilei
La escultura fue así terminada y erigida en 1640 en el Palacio del Buen Retiro y desde 1843 la disfrutamos en su actual localización.
¡Y todo gracias a un rey caprichoso, unos artistas afanosos y un científico portentoso!
Otras Esculturas de Madrid
Bibliografía:
- Estatuas de Madrid – Monumentamadrid Vol I
- Galería Online – Museo Nacional del Prado
- Hidden Madrid, a walking guide. – Mark & Peter Besas
- Curiosidades y anécdotas de Madrid – María Isabel Gea Ortigas
0 Comments